A nivel global existen más de 2.000 millones de sitios web, de forma que la competencia por aparecer en los primeros puestos de las páginas de resultados de los principales motores de búsqueda, como Google, es feroz. En un contexto tan competitivo, para las empresas resulta de especial interés conocer cuáles son las últimas tendencias en la SERP para mejorar el SEO. De lo que se trata es de entender cómo funcionan las búsquedas y las intenciones de los usuarios.
Desde hace años, los motores de búsqueda están trabajando para adaptarse a la complejidad del comportamiento humano. Para ello, han desarrollado algoritmos basados en Inteligencia Artificial y Machine Learning.
Google es el motor de búsqueda más utilizado en todo el mundo, y su principal objetivo es ofrecer una experiencia sencilla, satisfactoria y completa a los usuarios.
El papel de las compañías, por lo tanto, es facilitar al motor de búsqueda la clasificación de los contenidos según la intención de búsqueda de los usuarios, así como hacer que los contenidos sean lo más completos, detallados y claros posible.
Las páginas de resultados del motor de búsqueda (SERP) se definen como la respuesta de los buscadores a la consulta de búsqueda de los usuarios. En el caso de Google, los SERP incluyen resultados de búsqueda orgánicos, resultados de Google Ads, resultados de vídeos… Esto es, cuando los usuarios realizan una determinada búsqueda en Google, lo que suelen obtener es una media de diez resultados.
Aunque Google tiene muchas funciones SERP que se muestran en la primera página de resultados, las dos categorías más relevantes son: resultados orgánicos (SEO) y resultados de pago (SEM). Las características principales de las SERP son las siguientes:
Desde hace años, Google trabaja en la implementación y el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con la Inteligencia Artificial y el Machine Learning para mejorar la experiencia en las búsquedas de los usuarios. En 2015 implementó por primera vez un sistema de IA, bautizado con el nombre de RankBrain. Desde entonces, ha contenido implementando otros sistemas que mejoran la comprensión del lenguaje.
En 2018, Google lanzó Neural Matching, que ayuda al motor de búsqueda a entender cómo se relacionan las consultas de los usuarios con los sitios web. Para ello, contrasta la búsqueda completa y el contenido de las webs, ofreciendo así un contexto adecuado a la búsqueda. En 2019, llegó al mercado Bidirectional Encoder Representations from Transformers (BERT). Se trata de una red neuronal para el procesamiento natural del lenguaje que le permite a Google comprender de qué manera las combinaciones de palabras expresan distintas intenciones y significados.
Una de las principales tendencias SEO es la de trabajar en la optimización de la velocidad web. La velocidad de carga de los sitios y su usabilidad determinan en gran medida los resultados de las SERP. Los motores de búsqueda valoran cada vez más la experiencia de los usuarios, y la velocidad forma parte de ello.
Uno de los pilares del SEO es resolver las necesidades de los usuarios. Debido a la popularización de los asistentes de voz, en los últimos años han crecido de manera significativa las búsquedas por voz. Por esta razón, Voice Search es una de las tendencias del momento.
Google es cada vez menos “artificial”, y se comporta mucho mejor ante las búsquedas naturales de los usuarios. Los nuevos algoritmos demuestran que las keywords forzadas y exactas ya no tienen cabida en los contenidos.
Cada día se realizan en el mundo más de 3.500 millones de búsquedas en Google. Los sitios web que aparecen en las primeras posiciones en la página de resultados obtienen mucha visibilidad. El 75% de los clics de los usuarios se concentran en las tres primeras webs, razón por la cual es tan importante trabajar el posicionamiento orgánico. Los factores que más influyen en el SEO son el contenido y la estructura.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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