Los embajadores de marca más frecuentes son los clientes. Sus motivaciones son diversas y la capacidad de la empresa para organizar su compromiso con la marca suele ser limitada. Sin embargo, su aportación es la de mayor valor ya que su opinión es vista por el público objetivo como la de alguien igual a ellos. Un cliente hablando bien de la marca en redes sociales está poniendo a su servicio su credibilidad.

Los mejores clientes para las empresas son aquellos que se pueden convertir en embajador de marca, y son los siguientes:

• Fan
  Son clientes que adoran los productos y/o servicios que la compañía vende. Con frecuencia menciona a la marca en sus comentarios y publicaciones en redes sociales. El esfuerzo de la empresa debe dirigirse a mantener viva su pasión por ella, proporcionándole refuerzos positivos para crear una relación de confianza que se mantenga en el tiempo. La interacción con este tipo de clientes es fundamental.
• Líder
  Son perfiles influyentes que cuentan con un gran número de seguidores. Tienen autoridad en su ámbito y sus opiniones generan muchas reacciones en su audiencia. Si la empresa sabe atraerlos y retenerlos, pueden convertirse en embajadores de marca muy valiosos. Es muy probable que quieran recibir algo a cambio, como una muestra del producto.
• Fiel
  Son clientes que, aunque recomiendan la marca a sus amigos y conocidos, no suelen hacerlo en redes sociales. Para poder detectarlos y llegar a ellos, la empresa debe tener implantado un programa de CRM, y las vías de comunicación más habituales son el SMS y el correo electrónico.
• Indeciso
  De todos los tipos de clientes que se pueden convertir en embajador de marca, este es el más complicado de acotar. Son clientes que sienten interés por la marca, pero hay algún elemento que no termina de convencerles. La organización debe tomar la iniciativa

Aunque los mejores embajadores de marca son personas externas a la empresa porque su credibilidad es mayor, también pueden ser personas internas.

Cualquier empleado puede ser un embajador de marca. Es decir, tomar la iniciativa propia de contar al mundo los aspectos positivos de la empresa en la que trabaja, qué productos y/o servicios ofrece.. Esto genera confianza entre sus personas cercanas.

Para conseguir embajadores de marca, la empresa debe identificar a la persona más apropiada. No sólo es aquella que siente una profunda admiración por lo marca, sino que también debe tener los mismos valores éticos en lo personal y en lo profesional. Además, es requisito imprescindible que sus seguidores sean el público objetivo de la compañía para que pueda influir sobre ellos.

Todas las compañías deben buscar clientes potenciales de calidad. Para ello, es imprescindible entablar conversaciones con el público objetivo, en canales tanto offline como online.

En plena era digital, las empresas tienen que generar contenido relevante en redes sociales para atraer clientes. También es una buena estrategia crear un blog para mejorar la estrategia SEO y mantener al público objetivo informado de todas las novedades del negocio.

Existen embajadores de marca que son elegidos tras un riguroso proceso de selección por las marcas en base a su capacidad de influencia. Reciben el nombre de influencers.

Sin embargo, se considera que los verdaderos embajadores de marca son clientes que recomiendan los productos y/o servicios de una empresa por el simple hecho de que su experiencia con ellos ha sido satisfactoria.

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