Cuando las empresas ponen en marcha un programa de embajadores de marca, uno de los primeros pasos en el proceso de planificación consiste en identificar los comportamientos y las motivaciones de los clientes que deciden asumir el papel de embajador.
Todos los tipos de embajadores de marca son distintos entre sí, pero todos aportan un gran valor añadido a la marca.
Un embajador de marca es la “representación humana de una marca”.
Por lo tanto, es una persona relevante y que debe personificar lo que la empresa en cuestión desea transmitir a su público objetivo. Cada vez más organizaciones buscan su propio embajador de marca para acercar los productos y servicios, así como los valores corporativos, al público objetivo.
Consigue una mayor confianza por parte de los usuarios ya que es alguien admirado y conocido, y aumenta el conocimiento de marca.
Los embajadores de marca más frecuentes son los clientes. Sus motivaciones son diversas y la capacidad de la empresa para organizar su compromiso con la marca suele ser limitada. Sin embargo, su aportación es la de mayor valor ya que su opinión es vista por el público objetivo como la de alguien igual a ellos. Un cliente hablando bien de la marca en redes sociales está poniendo a su servicio su credibilidad.
Los mejores clientes para las empresas son aquellos que se pueden convertir en embajador de marca, y son los siguientes:
Aunque los mejores embajadores de marca son personas externas a la empresa porque su credibilidad es mayor, también pueden ser personas internas.
Cualquier empleado puede ser un embajador de marca. Es decir, tomar la iniciativa propia de contar al mundo los aspectos positivos de la empresa en la que trabaja, qué productos y/o servicios ofrece.. Esto genera confianza entre sus personas cercanas.
Para conseguir embajadores de marca, la empresa debe identificar a la persona más apropiada. No sólo es aquella que siente una profunda admiración por lo marca, sino que también debe tener los mismos valores éticos en lo personal y en lo profesional. Además, es requisito imprescindible que sus seguidores sean el público objetivo de la compañía para que pueda influir sobre ellos.
Todas las compañías deben buscar clientes potenciales de calidad. Para ello, es imprescindible entablar conversaciones con el público objetivo, en canales tanto offline como online.
En plena era digital, las empresas tienen que generar contenido relevante en redes sociales para atraer clientes. También es una buena estrategia crear un blog para mejorar la estrategia SEO y mantener al público objetivo informado de todas las novedades del negocio.
Existen embajadores de marca que son elegidos tras un riguroso proceso de selección por las marcas en base a su capacidad de influencia. Reciben el nombre de influencers.
Sin embargo, se considera que los verdaderos embajadores de marca son clientes que recomiendan los productos y/o servicios de una empresa por el simple hecho de que su experiencia con ellos ha sido satisfactoria.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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