La ciberseguridad es un asunto del que se lleva hablando a nivel empresarial bastante tiempo. De hecho, según varios informes era una de las prioridades en cuanto a inversiones e implementación de soluciones para buena parte de las compañías.

Sin embargo, la pandemia ha trastocado los tiempos ha puesto de manifiesto la desigualdad de condiciones en las que se encuentran los negocios en España, así como las nuevas vulnerabilidades surgidas de los cambios que estarán con nosotros en la nueva normalidad.

La ciberseguridad sigue siendo una preocupación empresarial, incluso si cabe mayor tras la pandemia provocada por el coronavirus. La falta de preparación para el trabajo remoto hace que exista un nuevo desafío a sumar a aquellos que ya se habían detectado en el pasado. La falta de adaptación de las infraestructuras y de los equipos al teletrabajo ha hecho que muchos ataques consigan los objetivos que se habían planteado.

Aunque siempre que se pregunta a los expertos sobre la ciberseguridad ellos insisten en el factor humano, y en la importancia de prevenir errores que son capaces de dar la llave a un hacker incluso con la mejor infraestructura, en plena pandemia se ha demostrado que la falta de securización de los dispositivos ha hecho que se produjeran muchos problemas de ciberseguridad.

En esa misma línea, desde la implantación obligada del teletrabajo durante la pandemia, y la posterior recomendación del mismo, el uso del cloud se ha disparado, con la consecuente amenaza para infraestructuras que no estuviesen preparadas, así como el mayor riesgo asociado a equipos no securizados correctamente, y a personas conectadas a los mismos durante horarios continuados.

Esto ha hecho replantearse la necesidad de un buen servicio en la nube a las compañías, y a los negocios que ofrecen este tipo de servicios, les ha obligado a ser todavía más competitivos.

La cuestión en la que todos los analistas y expertos de ciberseguridad coincidían antes de la pandemia es la que ahora se pone de manifiesto todavía en mayor medida.

Las personas son las que resultan afectadas y es en ellas en quienes hay que centrar el trabajo de acompañamiento, asesoramiento y pedagogía. Esto es crucial para prevenir los ataques ya que de lo contrario, incluso la infraestructura más robusta se puede convertir en un blanco sencillo para los hackers.

El último estudio publicado por Check Point pone de manifiesto algunas cuestiones para reflexionar sobre cómo la pandemia ha afectado a las amenazas en ciberseguridad. 

Las preocupaciones iniciales cuando la pandemia estaba en su punto más álgido eran cómo enfrentar el trabajo en remoto sin estar preparado ni tener protocolos desarrollados.

Pronto dieron paso a una serie de desafíos bastante relacionados con esa preocupación inicial que hoy se mantienen vigentes y que se destacan en el estudio: acceso remoto seguro para empleados, soluciones escalables que permitan ese acceso desde cualquier lugar y una gestión correcta de los teletrabajadores.

A modo de conclusión, en el estudio que se ha mencionado se ha puesto de manifiesto una máxima en el mundo de la ciberdelincuencia. De hecho, los hackers siempre han capitalizado las últimas tendencias para incrementar el éxito de sus ataques y el coronavirus se lo ha puesto fácil.

Se trataba de algo que tenía en vilo a todo el mundo y que venía acompañado de cambios muy drásticos en los métodos de trabajo y en la tecnología usada por las empresas.

Por ende, las superficies de ataque se multiplicaron y evitarlo implica invertir en profesionales y en políticas integrales que aborden la ciberseguridad como una prioridad poniendo especial atención en el acompañamiento de los trabajadores remotos.

Desde Tic Cámaras fomentamos la transformación digital de las pymes y la ciberseguridad es uno de los aspectos más importantes en esa meta. Si necesitas un partner que te ayude a conseguirlo en tu caso, podemos recomendarte empresas especializadas o puedes consultar algunas de las que ofrecen este servicio en el listado que te ofrecemos en nuestra web.