Cada vez son más las compañías de todos los tamaños y sectores de actividad que dan el primer paso en el camino de la transformación digital, lo que conlleva la aplicación de una serie de cambios profundos en el conjunto de la organización.
La Inteligencia Artificial es una tecnología que resulta muy útil para aumentar la productividad, ahorrar costes operativos, mejorar la experiencia de los clientes y reducir el margen de error en los procesos.
De lo que se trata es de desarrollar sistemas informáticos que sean capaces de actuar, aprender, comprender y percibir su entorno. Combinando estas cuatro capacidades, lo que se busca es emular la inteligencia natural de los seres humanos en las máquinas.
Según datos de la “Encuesta Global sobre IA” elaborada por McKinsey, el uso de la Inteligencia Artificial ha aumentado en un 25%, especialmente en el sector retail.
La Inteligencia Artificial tiene un rol cada vez más relevante en las empresas del siglo XXI ya que les permite optimizar los procesos productivos hasta niveles nunca antes vistos.
En base a datos aportados por “Inteligencia Artificial en España – Ernst & Young, el 89% de las organizaciones consideran que la IA puede resultarles de ayuda para optimizar sus operaciones, y el 74% creen que esta tecnología les ayudará no sólo a captar nuevos clientes, sino también a fidelizarlos.
La IA se puede utilizar en un amplio abanico de procesos, siendo los más habituales los siguientes:
El aumento de la capacidad productiva y del rendimiento de los trabajadores son los principales beneficios de la implantación de la IA en el proceso de transformación digital de las empresas. Lo que se busca es enseñar a las máquinas a realizar tareas repetitivas y rutinarias para que los empleados puedan aprovechar mejor su tiempo.
Según el estudio “What makes emerging technologies the future of customer experience? – Servion”, la Inteligencia Artificial será la responsable de hasta el 95% del total de interacciones con los clientes en 2025 debido en gran medida a la implementación de chatbots.
Esto puede hacer que la captación de clientes potenciales se incremente en más del 50% y sus tiempos de llamada hasta un 70%, tal y como reflejan los datos de “Why salespeople need to develop “machine intelligence” – Harvard Business Review”.
Aunque la presencia de la Inteligencia Artificial todavía es muy incipiente, poco a poco se va abriendo camino en todos los sectores de actividad y en todos los procesos empresariales. La consultora Gartner refleja en un informe publicado recientemente que en el año 2025 el uso de la IA estará muy extendido y tendrá un papel hegemónico.
Los tres grandes campos de la Inteligencia Artificial son las siguientes:
Del mismo modo que sucedió con la robotización de la industria, la Inteligencia Artificial hará posible que los empleados puedan desarrollar capacidades menos mecánicas, otorgando mayor peso a aspectos como la imaginación o la creatividad. De esta manera, los empleados se sentirán más valorados en el desempeño de sus tareas profesionales.
Además, la implantación de programas informáticos inteligentes permitirá dar respuestas automatizadas a las demandas de los clientes. Esto hará posible conocerlos mejor y crear experiencias y productos personalizados para ellos.
A todo esto hay que sumar que el análisis de grandes volúmenes de datos y sus diferentes aplicaciones hacen posible la gestión de muchos clientes y productos.
Conocer con todo lujo de detalles cada uno de los artículos es fundamental para las compañías actuales. La IA simplifica los procesos de gestión y control de los datos.
Imágenes: Unsplash y freepik
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