Por si a estas alturas no te has enterado, Google ha suspendido los negocios con Huawei que requieran la transferencia de productos de hardware y software, excepto los cubiertos por licencias de código abierto. Responsables de Google han explicado en un comunicado que están “cumpliendo con la norma y analizando las implicaciones. Para los usuarios de nuestros servicios, Google Play y las medidas de seguridad de Google Play Protect continuarán funcionando en los dispositivos Huawei existentes”. Esto se traduce en que, si tienes un terminal Huawei, podrás seguir utilizando aplicaciones de Google como Gmail, Google Translate o Google Maps… pero no vas a poder actualizar el sistema operativo que, para los no entendidos en la materia, es el software que controla el teléfono móvil sin el que no sería posible utilizar las aplicaciones ni las funciones de tu smartphone. El resultado para el usuario es una pérdida de seguridad en sus datos. 

La Entity List es un directorio de empresas extranjeras consideradas peligrosas por el gobierno de los Estados Unidos. Supone una advertencia a sus compañías nacionales, pero no excluye toda actividad económica del marco legal. El gobierno puede fijar las condiciones de negocio y puede exigir licencias y permisos para comerciar con las compañías incluidas.

La decisión de Trump tenía importancia en el marco legislativo, pero no tanto en el práctico si las principales empresas estadounidenses no tomaban medidas concretas. Alphabet ha sido la primera. Al privar de soporte técnico a Huawei, Google obliga al fabricante a recurrir a un sistema operativo propio y a aplicaciones paralelas a las muy utilizadas Maps, Mail, Calendar o Chrome.

Por otro, y aquí es donde entra Huawei, la administración recela de la fuerte conexión entre algunas grandes empresas chinas y su gobierno. EEUU acusa al fabricante de servir de “espía” para los intereses de China, pese a que las evidencias al respecto sean inexistentes. Trump y sus consejeros creen que China se aprovecha del desarrollo tecnológico de sus empresas para copiarlo (más barato) en casa.

Y es así cómo Huawei, el segundo fabricante de teléfonos móviles del mundo, perdió acceso a los servicios de actualización de Android y a las aplicaciones básicas de Google, desde YouTube hasta Gmail pasando por Google Play.

Las actualizaciones de los sistemas operativos sirven para incorporar nuevas funcionalidades y corregir los errores que se detectan en las ya incorporadas. Según Juan Pablo Peñarrubia, presidente del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática de España, el veto de Google “tiene importantes repercusiones para un proveedor importante como Huawei” que, además de teléfonos móviles, fabrica productos de todo tipo —por ejemplo, tabletas— que utilizan su sistema operativo. Además, esta situación no afecta solo a los propietarios de un Huawei sino que se amplía a los usuarios de Honor, su segunda marca.

Por lo tanto, los nuevos terminales de Huawei se quedarían sin las apps de Google Play Store y otras como Gmail, Whatsapp, YouTube o Google Maps. Pero el panorama para los dueños actuales no es mucho mejor: Google Play les seguirá ofreciendo sus aplicaciones pero estas se actualizan paralelamente a las nuevas versiones de Android e iOS y que llega un momento en el que los desarrolladores dejan de actualizarlas para las antiguas versiones.

A pesar de que el propietario del sistema operativo es Google, Huawei podría desarrollar actualizaciones de Android por su cuenta cuando estén disponibles como código abierto. El problema es que esto obliga al usuario a esperar bastante tiempo para disponer de la actualización y hacer una actualización sobre un producto que no es tuyo es difícil, tal como apunta Peñarrubia. Por ello, destaca que la compañía tendrá que plantearse si desarrollar un sistema propio o usar otro existente.

Por lo tanto, la compañía encontrará el principal problema en los usuarios que se planteaban adquirir un terminal de Huawei a partir de ahora ya que, además de no poder actualizar el sistema operativo, tampoco tendrán acceso a la tienda de aplicaciones de Google ni a las nuevas versiones de Android. A este respecto, Huawei ha comunicado que “continuará aportando actualizaciones de seguridad a los modelos existentes de Huawei y Honor, así como a las tabletas, incluyendo aquellos ya vendidos y los que se encuentran en stock ya repartidos en todo el mundo”.

La compañía pretende tranquilizar a sus clientes a través de un comunicado: “Continuaremos construyendo un ecosistema de programación seguro y sostenible para aportar la mejor experiencia a nuestros usuarios”.

Android es un sistema operativo inicialmente pensado para teléfonos móviles. Es posible diferenciar entre dos versiones de Android: por una parte, AOSP (Android Open Source Project), que es la base abierta disponible para todo el mundo, y por otra, el Android que cuenta con los servicios de Google. Este último es el que ofrecía Huawei hasta ahora. Pero, de cumplirse el veto de Google, la firma china solo tendrá acceso al código de AOSP, por lo que debería desarrollar por su cuenta herramientas equivalentes a las de Google.

Si el veto de Google se confirma, Huawei no tendrá más remedio que construir desde cero su propio sistema operativo. No obstante, mientras lo lanza, es evidente que sus ventas se desplomarían. Microsoft, con mucha más solera que Huawei y con el dominio absoluto de los sistemas operativos para ordenadores gracias a Windows, ya lo intentó en el pasado con su Windows Mobile y cosechó el mayor de sus fracasos.

Y es que el sistema Android de Google representa el 85% del mercado mundial de sistemas operativos y el resto casi está en manos de iOS de Apple. En España, el dominio aún es mayor, ya que está instalado en nueve de cada 10 terminales españoles -y en casi ocho de cada 10 móviles europeos-.

Las operadoras europeas como Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom son reacias a las medidas extremas de bloqueo planteadas y han mostrado su oposición al veto para el despliegue de redes 5G de Huawei que plantea la Administración estadounidense. En el caso de los terminales, el impacto es menor porque hay más fabricantes que de redes. Este asunto afecta también a la incorporación del 5G: los terminales 5G de Huawei precisan aún de procesadores ajenos como Qualcomm, y la medida supondría un retraso.

Tras la alarma generada, el Departamento de Comercio de Estados Unidos ha declarado una moratoria de 90 días por la que Huawei seguiría teniendo actividad en el país, aunque más enfocada al beneficio de sus propios operadores locales que a resolver el conflicto. Así, el Gobierno de los Estados Unidos de América ha decidido crear una licencia temporal que permitiría a Huawei actualizar los equipos ya existentes, tanto teléfonos móviles como equipos de red, hasta el próximo 19 de agosto.

Ren Zhengfei, actual CEO y fundador de Huawei, ha dado un paso al frente para poner en palabras el que parece ser el pensamiento de la cúpula directiva de la compañía china. Cuenta Zhengfei que Huawei no se verá afectada por el bloqueo norteamericano que corta en seco su acceso a servicios y empresas sitas en Estados Unidos. Afirma que el despliegue del 5G de la compañía no se verá retrasado por este bloqueo dado que la empresa depende en su mayoría de recursos propios en materia de redes y confía en que su empresa está dos o tres años por delante de la competencia en materia de infraestructuras para la conectividad.