El cambio climático ha reducido las cosechas o alterado su ciclo natural. Los alimentos se cultivan en zonas que no son propias generando un consumo de agua que representa un peligro para toda la humanidad. Es el caso del aguacate que has saltado a los medios como la gran amenaza para la agricultura de los países del sur de Europa.

Para vencer a esta escasez de recursos y este gasto excesivo de agua, los invernaderos verticales en el interior de edificios son una solución.

Las zonas verdes en las ciudades son una necesidad. El exceso de Co2 producido por los coches y las calefacciones se han contrarrestado con grandes parques. Las cada vez más pobladas ciudades y los pueblos despoblados provocan un desequilibrio que gracias a este tipo de invernaderos puede ser menor. El campo envía alimentos y recursos a una ciudad que necesita más y más cada día.

Varios países ya han empezado a buscar alternativas para salir de esta dinámica negativa. Aprovechar los grandes edificios que han albergado o albergan a un gran número de personas para conseguir crear invernaderos verticales. El espacio que se usa en horizontal cambia y lo hace en vertical.

Este hecho provoca una adaptación total de los recursos y obliga a los especialistas a ingeniar una serie de soluciones para conseguir crear una producción sostenible capaz de alimentar a las cada vez más hambrientas ciudades.

Vertical Harvest es el nombre de uno de los primeros invernaderos verticales que han sido creados en Dinamarca. Los países nórdicos van a la cabeza del mundo en busca de soluciones imaginativas para poder salvar al planeta u ofrecer un respiro a sus cada vez más pobladas ciudades. El experimento danés ha causado sensación y ha dado como resultado una evidencia científica sin precedentes.

La hidroponía es la llave del éxito en este tipo de invernaderos. No se usa suelo agrícola como tal, sino que se emplean disoluciones minerales para poder alimentar correctamente a las plantas.

De forma sencilla y controlada por los especialistas, las raíces reciben una solución nutritiva y equilibrada disuelta en agua. Las plantas se alimentan correctamente empleando la cantidad justa de cada elemento. 

Las azoteas de los edificios, los balcones o los espacios interiores entre varios bloques se pueden convertir en nuevas áreas verdes para las ciudades. Conseguirán de forma rápida y eficaz limpiar el aire. Uno de los problemas de las ciudades tal como hemos visto en estos días es la calidad del aire.

Los invernaderos verticales pueden ayudar a obtener buenos resultados en cuanto a las mediciones de la calidad del aire gracias a unos sistemas adecuados. Además, alimentar con verduras frescas a toda una población que cada día obliga a miles de productores o de intermediarios a dotarla de este tipo de alimentos. 

El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MoCCAE) de Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha firmado un acuerdo con Shalimar Biotech Industries. El motivo de este acuerdo es la creación de invernaderos verticales en alguno de sus principales edificios. Con este sistema se podrá cultivar verduras en uno de los lugares que más agua gasta y más espacios verdes posee.

La empresa proporcionará un total de 12 huertos verticales completos con instalaciones de infraestructura que incluyen una planta de desalinización de agua, aire acondicionado con control climático, iluminación LED y sistemas de riego automático.

Con este sistema se llegará a ocupar hasta 7.600 metros cuadrados de edificios. Una cantidad de metros que asegurará una producción sostenible para los habitantes de estos edificios. Un primer paso hacia la proliferación de los invernaderos verticales en uno de los países que sirve de ejemplo al mundo.